La habitual apología de J.Neira para LNE y menos entusiasmo en A.Suárez para LVdA.
Y R.Avello nos da ya su crítica en EC:
el tenor José Luis Sola interpreta a Tamino con nobleza en la línea de canto, lirismo en el color pero un control poco regular del volumen. Iride Martínez como Reina de la Noche, como soprano de coloratura da todas las notas, incluso los fas y el la sobreagudo de sus dos arias, le falta tersura brillo, en los registros medios. Valentina Farcas es una Pamina que como exige el papel, se transforma y crece, inclusio en los aspectos vocales. El segundo acto, especialmetne el aria del desconsuelo por el abandono de Tamino fue de una gran delicadeza y emotividad.
Dejamos para el final a los mejores. Joan Martín-Royo encarnó no sólo un divertido Papageno, sino también un barítono encnatador y Kenneth Kellog, como Sarastro, fue un bajo más que profundo, telúrico. Retumbaba el alma con su voz.
Javier Neira no se ha enterado de que Sarastro fue cantado por Kellog y no por Mlinde. Y confundir a Papageno con Tamino es un error garrafal.
ResponderEliminarSi eso fuese lo peor de Neira...
ResponderEliminarDe Neira poco se puede esperar, la verdad, pero haberse confundido de bajo tiene delito, ya que aparecía el nombre en la hojita de mano.
ResponderEliminarCurioso es también que el único punto menos entusiasmante de la reseña de LVdA sea el título y la frase "En la parte negativa, cabe destacar la absoluta falta de unidad y criterio en el vestuario".