Cosme Marina publica hoy en LNE, no disponible online (o, al menos, servidor no la encuentra) su crítica al Werther.
Muy preocupado por las formas: Si es tolerable que se dirija, director musical, sin chaqueta o no salga, responsable escénico, a saludar. Luego, elogia la labor de Abel ("tuvo un carácter excepcional", "toda la velada transitó por la exquisitez") y menos a los cantantes ("Hay, eso sí, que dejar claro que se transitó por una línea de corrección"). De Bros dice que "Su línea de canto busca siempre el estilo del refinamiento de Massenet sin forzar", a Fabiola le destaca "su variedad de registros afrontando una Charlotte íntima". Barrard "no tuvo su noche" y "la bien trazada Sophie " de Elena de la Merced. La parte escénica parece haberle gustado, aunque repara en algún detalle del decorado y de la iluminación.
Aurelio M. Seco, ahora en Codalario (sí disponible), centra mucho su crónica en lo escénico, demasiado para mi gusto, y resume el resultado artístico "no fue bueno". Ataca concepción y varios aspectos concretos de la producción escénica. Tampoco le gusta Abel ("adoleció de una notable falta de perspectiva") y critica la cohesión entre voces y orquesta. Entre los cantantes exige más al dúo protagonista y al resto lo califica como acertado.
Como vemos, las habituales diferencias, aunque esta vez parece que Marina abandona ligeramente su pertinaz triunfalismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario