23 nov 2009

D.G. Impresiones.




Al fin un poco de ópera en condiciones esta Temporada. Con una producción totalmente prescindible, pero con una inspiradísima dirección musical... ¡a ver cuál de las dos es más importante en el éxito de una función?
La parte no latina del "cast" decepcionó. Tanto Skhovus como L.Braun no estuvieron a la altura vocal que se les supone. El primero estuvo pasable, pero con apuros varias veces, de fiato y de intención. Fue más un "forzador" que un seductor. En la serenata motivó incluso las disputas dialécticas de una parte del público.
Lioba Braun chilló bastante más que cantó y parece que el rol le es muy grande vocalmente, quizás por éso el destemple y los aullidos, y por carácter.
Cinzia Forte fue una Donna Anna notable, con un poco más de peso en la voz hubiese sido casi perfecta. Pequeños problemas en su aria del segundo Acto.
Fantástico Orfila como Leporello, verdadero dueño del "tablao" cada vez que asomaba. Quizás el único personaje bien diseñado por el director escénico.
Desbordante de energia Ainhoa Garmendia y comprometido, aunque la voz parece ya un poco atrás, Martín-Royo.
Bou anunció enfermedad y no estuvo demasiado bien, perdonable lógicamente.
Sorprendente el joven tenor Lozano, que, salvo algún desliz falsetístico en la emisión merece que se le preste mucha atención y que lo volvamos a ver.

Función, por tanto, que nos recupera tras las penosas representaciones de esta Temporada. Esperemos que Ariodante siga el camino.

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