11 feb 2016
Conferencia de Raúl Chamorro para ALAAK
http://alfredokraus.com/blog/2016/02/11/conferencia-de-raul-chamorro-mena-sobre-la-evolucion-de-la-voz-de-tenor-en-el-repertorio-italiano-del-siglo-xix/
7 feb 2016
Segundo reparto bohemio.
Lleno para la función de "Viernes de ópera" excepto en el palco del Ayuntamiento. Mientras hubo gente que se quedó fuera por no encontrar entrada, daba pena ver tanto espacio libre olvidado por nuestros privilegiados representantes. Nos volcamos en acercar la ópera al pueblo, como la nueva operación "ópera en los barrios", cuando quizás fuese más interesante acercar la cultura a los dirigentes.
Esta vez el reparto alternativo, sin alcanzar los niveles del primero, también aportó elementos para poder disfrutar de una buena representación de la enternecedora ópera pucciniana. Un aplauso, en cualquier caso, para todos ellos, que se lo juegan todo a una función con un trabajo previo tan intenso como los titulares.
La soprano Vanessa Navarro era Mimì, una voz interesante que hizo una formal lectura de su personaje con mucha posibilidad para una segura mejora en la expresión.
Como Rodolfo estaba el tenor canario Francisco Corujo que empezó titubeante para luego delinear su Rodolfo con las bazas de la expresividad, sensibilidad y pasión.
Brillante el Marcello de Carlos Daza. Desenvuelto tanto vocalmente como en la actuación. Un barítono lírico de atractivo timbre que puede convertirse en un cantante importante. Su dúo, "O mimî tu più non torni", con Corujo fue uno de los momentos que más nos gustaron.
La Musetta fue Sandra Pastrana,que mostró una voz apropiada para cubrir el lado caprichoso de un personaje que no sólo es eso.
Un tanto timorato nos pareció el bajo David Cervera, aceptable en la lectura de su intervención solista.
Repitieron del primer reparto, con parecido desempeño, los Sola, Esteve, González, Ranilla, Ruíz y Quirós.
Conti volvió a mostrar su sensibilidad para guiar a la entregada Oviedo Filarmonía.
En la parte escénica hubo cambios en el vestuario de algunos protagonistas que, por ejemplo, perjudicaban al Colline que de la imagen "tinocasalera" de Mastroni pasó a un personaje muy mustio para Cervera.
Aplausos generosos para todos los participantes de esta Bohème con la que cerramos una notable temporada.
Esta vez el reparto alternativo, sin alcanzar los niveles del primero, también aportó elementos para poder disfrutar de una buena representación de la enternecedora ópera pucciniana. Un aplauso, en cualquier caso, para todos ellos, que se lo juegan todo a una función con un trabajo previo tan intenso como los titulares.
La soprano Vanessa Navarro era Mimì, una voz interesante que hizo una formal lectura de su personaje con mucha posibilidad para una segura mejora en la expresión.
Como Rodolfo estaba el tenor canario Francisco Corujo que empezó titubeante para luego delinear su Rodolfo con las bazas de la expresividad, sensibilidad y pasión.
Brillante el Marcello de Carlos Daza. Desenvuelto tanto vocalmente como en la actuación. Un barítono lírico de atractivo timbre que puede convertirse en un cantante importante. Su dúo, "O mimî tu più non torni", con Corujo fue uno de los momentos que más nos gustaron.
La Musetta fue Sandra Pastrana,que mostró una voz apropiada para cubrir el lado caprichoso de un personaje que no sólo es eso.
Un tanto timorato nos pareció el bajo David Cervera, aceptable en la lectura de su intervención solista.
Repitieron del primer reparto, con parecido desempeño, los Sola, Esteve, González, Ranilla, Ruíz y Quirós.
Conti volvió a mostrar su sensibilidad para guiar a la entregada Oviedo Filarmonía.
En la parte escénica hubo cambios en el vestuario de algunos protagonistas que, por ejemplo, perjudicaban al Colline que de la imagen "tinocasalera" de Mastroni pasó a un personaje muy mustio para Cervera.
Aplausos generosos para todos los participantes de esta Bohème con la que cerramos una notable temporada.
4 feb 2016
3 feb 2016
2 feb 2016
La de la digital PlateaMagazine.
http://www.plateamagazine.com/criticas/346-emilio-sagi-dirige-la-boheme-en-la-opera-de-oviedo
1 feb 2016
Pobres, pero cantantes.
Volvía la inmortal obra maestra pucciniana al Campoamor con la conocida produción de Sagi y un reparto casi totalmente italiano. Resultado más que satisfactorio, con un público que llenaba la sala casi completamente y que recompensó con una buena dosis de aplausos a todos los artistas.
El reparto, de jóvenes promesas, parecía más un reparto alternativo, pero respondieron aceptablemente, con brillantez incluso en algunos, a las exigencias musicales. (Otra cosa es que pensemos si 160 euros la butaca de platea realmente sea el precio adecuado, pero si los que lo pagan nunca protestan...)
La Mimì de Erika Grimaldi nos gustó mucho. La voz está muy bien apoyada y el canto es natural y fluído. La media voz muy bien sostenida, con un gusto muy destacable para los matices.
También el Colline de Andrea Mastroni es excelente. Voz de bajo muy homogénea, con un especial registro grave satinado, aderezado todo con el gusto de un cantante que no cae en recursos fáciles.
(Esperemos que ambos repitan por aquí más pronto que tarde. En el caso del segundo, vista además la escasez de bajos cantantes deberían atarle ya para el futuro).
El tenor Giorgio Berrugi no nos entusiasmó tanto. Sin duda que conoce el papel, que luce un canto entregado y que la voz tiene encanto, pero el Do de "speranza" no culminó un, por otra parte, buen aria. Las subidas a la parte aguda le cuestan y eso en este papel se nos hace muy importante. En cualquier caso, el desempeño fue más que digno.
Más común el Marcello de Damiano Salerno. Cumplió con seriedad.
La Musetta de Carmen Romeu, pese a alguna estridencia, solventó con eficacia su célebre página. Frases interesantes también en el último acto. No obstante es un papel para sacar más partido.
Manel Esteve y Miguel Sola solventaron sus partes con eficacia. El resto (González, Ranilla, Ruíz y Quirós) con la esperada capacidad.
Destacar las buenas prestaciones de los coristas, infantiles y adultos, tanto teatral como musicalmente.
La repetida producción de Sagi resultó nuevamente práctica, con la cuidada estética y algún cambio respecto a anteriores veces que contribuyó a aumentar el interés.
Lectura efectiva de Conti, aprovechando las virtudes de la Oviedo Filarmonía para incidir en las partes más sensibles de la partitura. Se nos antojaron tempos excesivamente lentos en otras partes como el vals de Musetta.
El reparto, de jóvenes promesas, parecía más un reparto alternativo, pero respondieron aceptablemente, con brillantez incluso en algunos, a las exigencias musicales. (Otra cosa es que pensemos si 160 euros la butaca de platea realmente sea el precio adecuado, pero si los que lo pagan nunca protestan...)
La Mimì de Erika Grimaldi nos gustó mucho. La voz está muy bien apoyada y el canto es natural y fluído. La media voz muy bien sostenida, con un gusto muy destacable para los matices.
También el Colline de Andrea Mastroni es excelente. Voz de bajo muy homogénea, con un especial registro grave satinado, aderezado todo con el gusto de un cantante que no cae en recursos fáciles.
(Esperemos que ambos repitan por aquí más pronto que tarde. En el caso del segundo, vista además la escasez de bajos cantantes deberían atarle ya para el futuro).
El tenor Giorgio Berrugi no nos entusiasmó tanto. Sin duda que conoce el papel, que luce un canto entregado y que la voz tiene encanto, pero el Do de "speranza" no culminó un, por otra parte, buen aria. Las subidas a la parte aguda le cuestan y eso en este papel se nos hace muy importante. En cualquier caso, el desempeño fue más que digno.
Más común el Marcello de Damiano Salerno. Cumplió con seriedad.
La Musetta de Carmen Romeu, pese a alguna estridencia, solventó con eficacia su célebre página. Frases interesantes también en el último acto. No obstante es un papel para sacar más partido.
Manel Esteve y Miguel Sola solventaron sus partes con eficacia. El resto (González, Ranilla, Ruíz y Quirós) con la esperada capacidad.
Destacar las buenas prestaciones de los coristas, infantiles y adultos, tanto teatral como musicalmente.
La repetida producción de Sagi resultó nuevamente práctica, con la cuidada estética y algún cambio respecto a anteriores veces que contribuyó a aumentar el interés.
Lectura efectiva de Conti, aprovechando las virtudes de la Oviedo Filarmonía para incidir en las partes más sensibles de la partitura. Se nos antojaron tempos excesivamente lentos en otras partes como el vals de Musetta.
Títulos Temporada 2017-18.
Con la reciente oficialidad a los títulos de la próxima temporada 2016-17, queremos anticipar ya los de la siguiente, 2017-18, con la posible variación por complicaciones o cambios. Aportamos algunos datos sin confirmar.
Fuenteovejuna. Encargo de Ópera de Oviedo. Estreno absoluto por tanto.
Tosca. Con Luca Salsi.
Il trovatore. Con Yolanda Auyanet.
Il turco in Italia. Con David Alegret.
Siegfried. Dirigiría de nuevo García Calvo.
Fuenteovejuna. Encargo de Ópera de Oviedo. Estreno absoluto por tanto.
Tosca. Con Luca Salsi.
Il trovatore. Con Yolanda Auyanet.
Il turco in Italia. Con David Alegret.
Siegfried. Dirigiría de nuevo García Calvo.
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